El arte como una reflexión de la cultura. Una obra de Antonio Mena.

 

Es parte de la misma naturaleza de arte ser en si mismo subversivo, el artista esta en algunos casos en un constante análisis de lo los aspectos sociológicos que están yuxtapuestos en la praxis de la sociedad y de la cultura forjando desde este análisis  nuevas interpretaciones de las realidades del ser humano en sociedad. 

Antonio Mena 

La influencia artística, fue más por mis abuelos. Mi abuelo materno era sastre y mi abuela fue diseñadora de modas. En aquellos tiempos le maquilaban a grandes almacenes como Paris-Volcán y a Simán. Por parte de mi padre, su papá tenía negocio propio.  Mi abuelo paterno fue profesor de Escultura en la Universidad Nacional. Le decían “El Marmolero”. Él fue de los pocos que trabajaron con ese material y el concreto. En su negocio hacía moldes, figuras religiosas de estilo renacentista, cruces y lápidas para el cementerio nacional. A mi abuelo paterno lo vi pocas veces.

En los años de colegio, los profesores se dan cuenta que traes madera artística y te mandan a la pizarra a dibujar el mapa, haces las caricaturas de la clase, diseñas los uniformes de deporte, las camisetas, etc.

Hacia los 90’s me interesé por la arquitectura, pero decidí estudiar el arte aplicado y luego las bellas artes  Al inicio estudié en la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad Dr. José Matías Delgado en El Salvador y luego la licenciatura en bellas artes la realicé en la Universidad de Barcelona, España entre 1998 y el 2002. Mucho después en el año 2016 y 2017 realicé el máster en producción artística interdisciplinar enfocado en ciencia, arte y tecnología en la Universidad de Málaga, también en España.

En 1996, en El Salvador hice mi primera exposición individual en la galería “El Árbol de Dios” de Fernando Llort. En 1999, en el Real Circulo Artístico de Barcelona, España. Después en el casino de Cadaqués expuse individualmente, Cadaqués es el pueblo de Salvador Dalí. Por cosas del destino re-abrí la primera galería de arte del pueblo en 2004. Viví en Cadaqués cuatro años.

En Europa expuse en España, Francia y Dinamarca. Una fecha memorable fue en el verano de 2005 exponiendo en la casa de la América Latina en París y la visita del entonces presidente de la República de El Salvador. 

En el 2008 regresé a El Salvador después de 10 años en Europa. Inicié la serie “Acumulaciones” y la “Tipología Nacional”.  Durante esos años trabajé como catedrático en la Escuela de Artes Aplicadas, en la Escuela de Comunicaciones y en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Dr. José Matías Delgado.

También fuí catedrático en la Escuela de Comunicaciones Mónica Herrera, ESEN, en el Museo MARTE y en la UCA. Di clases de Historia del Arte, Comunicación Visual, Pensamiento Creativo, Diseño, Pintura y Diagramación.

De 2012 al 2014 trabajé en los Estados Unidos de América.  Ahí surgieron residencias para artista, comisiones, exposiciones y hasta un contrato con una galería por dos años. 

Hoy en 2020 trabajo con una galería de arte en Marbella España y para el verano del 2021 voy para una residencia para artística  en New York, por el momento soy agente libre es decir no tengo contrato con nadie vivo y trabajo en El Salvador.

En mis últimos trabajos, en el de los “carritos” por ejemplo en España donde produje una serie que tenía que ver con la reflexión y la emoción se trata de una obra artística con cierto carácter de “hiperrealismo sociológico” y la esencia del estilo "kitsch" y de cómo el ritual ciudadano se encarna o se "incorpora" en un “objeto imaginario” de uso cotidiano, cuestionando lo material con lo espiritual.  

Ahora trabajo en la serie de vasijas “los cántaros”. En esta serie también provoco un choque entre dos extremos. Siempre trato de ser reflexivo pero sin dejar de ser provocador. Trabajo a la manera subversiva y usando la sátira, haciendo chocar lo moderno con lo autóctono, el material orgánico y el plástico y la contaminación de los océanos por el consumo humano.

Hice un taller de cine documental en 2011, pero nunca he trabajado o colaborado en esa rama más allá de prestar mi casa para que filmen mis amigos y amigas la película “polvo de gallo”. Claro, la pintura está siempre conmigo. He sido pintor y seguro volveré a pintar pero por el momento estoy entretenido con las tres dimensiones. Me gusta mucho el video arte y el cine, sobre todo el cine de Tarantino y los hermanos Cohen.

El arte Salvadoreño es de evolución lenta y con “Di-lay”. Ósea que tiene señal retardada a lo que pasa afuera. En los últimos años el arte le presta mucha atención a la moda o por emular trabajos ya re-fritos. 

 En el caso del arte contemporáneo local  hay propuestas, pero a mi juicio todavía un poco inmaduras y huecas. Hay más “Ego” que propuestas. Y el arte conceptual en general se presta para muchos espejismos y especulación.

Es necesario estar muy empapado de lo que de verdad es el arte conceptual para que no te tomen el pelo o te vendan humo. Me parece bueno el trabajo que desarrollan Mauricio Esquivel, Beatriz Cortez y ‘Crack’ Rodriguez, entre otros.

La pandemia ha sido una sacudida para las galerías de arte en general incluyendo a las salvadoreñas. Casi todas ellas cerraron, muchas quebraron. Pocas se han fortalecido. El rubro del arte está re-inventándose.

 

En la actualidad hay más arte y más gente haciendo arte y creo que hay más gente comprando arte, pero hay que subir el nivel de calidad de esa producción. Creo que el arte abstracto está de moda y lo ha dejado muy claro aquí en el país. Es necesario trabajar para que existan nuevos coleccionistas.

Recién público un libro de fotografías de 40 postales sobre la primera parte de la serie “Tipología Nacional”. Es una pequeña selección de esa serie. Están a la venta en las tiendas del M.U.N.A. y  la U.C.A. 

A los jóvenes artistas lo único que les puedo decir es: Querer + poder = oportunidad.