Una lectura de la Obra artística
de Renacho Melgar Semillas de Liberación en conmemoración del 30 aniversario
del asesinato de los Mártires Jesuitas y sus colaboradoras.
Quetzalcóatl fue considerado para los antiguos habitantes de
Mesoamérica y hoy en día para el mundo entero como el eje central de una
mitología basada en la fuerza de lo natural, en la fuerza de la creación y la
vida muchas interpretaciones de la tradición oral recolectada por los frailes
españoles en el territorio mesoamericano proponen a Quetzalcóatl como un dios
que representa un todo un dios universal.
Pocos artistas en el Salvador han sabido abordar el tema de
la herencia prehispánica como Renacho Melgar ya que hay que mencionar que otros
artífices a los largo de la historia del arte se han limitado a reproducir
escenas o personajes sin conocer realmente su significado o su contexto
histórico dejado de lado lo realmente importante para un verdadero estudio de
la simbología prehispánica que es su significado ya que es a través de esta
aproximación donde el tema de la apropiación florece en los individuos y genera
una conexión con su pasado más genuina.
Los viajes en la memoria de un pueblo representan
primeramente un reto, no simplemente un
reto intelectual o del saber si no el reto y el sacrificio de ser parte de este pueblo de esta evolución
histórica, de ser una las más altas hojas del árbol que lo representa, es así
como la obra Semillas de Liberación representa este viaje por la memoria de un
pueblo que escasamente se identifica con su pasado prehispánico colocando a Quetzalcóatl
como personaje dador de vida que emana del toda una construcción de lo que la cultura
en su evolución ha forjado como identidad pasando por elementos originales de
aquel pasado que nos identifican y podemos reconocer como las cabezas de jaguar
encontradas en el occidental del país cuyas obras de escultura en piedra son
únicas en la región así como la representación de un guerrero vestido en un
traje de jaguar un animal de vital importancia para el universo prehispánico
que representa parte de aquellos aspectos sobre naturales de la religión, un ser de fuerza, de valor y sobre todo de
poder.
Al preguntarnos como éramos antes o como fueron las primeras
y primeros salvadoreños una gran duda asalta nuestra memoria ya que aparte de
los elementos arqueológicos existentes hay un escaso registro visual de los
individuos que habitaron lo que hoy es el territorio nacional sin embargo a
pesar de las dificultades que prescribe el tema el artista rinde homenaje al
trabajo del fotógrafo e investigador Sueco
Carl V Hartman quien a finales de los del 1800 visito el territorio
salvadoreño específicamente la zona de los izalcos para realizar estudios antropofisicos que expuso más adelante en EEUU
y que le dieron valía como un estudioso antropólogo.
Es imposible tanto para el que aprecia la obra , como a mi
persona ver la composición conceptual de la pieza y no hablar sobre el tema de
la Tradición ¿qué entiende el salvadoreño promedio por tradición? si no aquello
relacionado al color a la danza a las festividades propias de un territorio a
la comida a la celebración de rituales religiosos o un acto simplemente que
englobe todo lo anterior y que se repite de generación en generación, así a
vivos colores muy representativos de la obra de Renacho Melgar podemos apreciar
en la escena un historiante ataviado con su traje característico, cuya tradición
se remonta a la venida de los españoles a América quienes se encargaron de
implantar sus tradiciones en los territorios conquistados.
Porque se conquista la tierra pero también se conquista la
cultura.
Al ver hacia el pasado de un país pueden verse sus raíces,
el germinal de muchos de las condiciones que marcan el presente y es ahí donde
surge de repente la pregunta en las escuelas y universidades ¿y los indígenas dónde
están? ¿Por qué nosotros no tenemos
nuestra propia vestimenta? Nuestra gente
que trasmita el conocimiento ancestral, muchos responden a esta pregunta con un
solo nombre pasando por alto que el daño histórico que aquello causo a lo
nuestro a lo que somos.
Es aquí donde el artista mediante su obra simboliza esta etapa sangrienta de nuestra historia con la imagen de uno de los pocos sobrevivientes del genocidio de 1932 conocido popularmente como Don Chelino un hombre que habito en el municipio de Tacuba Ahuachapán quien fue celoso guardián de una de las tradiciones más representativas de la danza autóctona del país que es el tigre y el venado la cual tiene su origen en una breve historia sobre cazadores y casados, entre víctimas y victimarios.
Es aquí donde el artista mediante su obra simboliza esta etapa sangrienta de nuestra historia con la imagen de uno de los pocos sobrevivientes del genocidio de 1932 conocido popularmente como Don Chelino un hombre que habito en el municipio de Tacuba Ahuachapán quien fue celoso guardián de una de las tradiciones más representativas de la danza autóctona del país que es el tigre y el venado la cual tiene su origen en una breve historia sobre cazadores y casados, entre víctimas y victimarios.
Es sabido para las
generaciones actuales que El Salvador es un territorio convulso y que como los
demás países del istmo atravesó procesos de trasformación social que
marcaron su historia para siempre así
como la vida de las familias que vivieron esta etapa de violencia extrema de
asesinatos, violaciones a los derechos humanos y demás que ha sido definida como La guerra civil salvadoreña que enfrentó al
FMLN y al ejercito del estado vinculado
directamente a las derechas salvadoreñas.
El tema central de la obra de Renacho Melgar, Semillas de Liberación
se centra específicamente en homenajear a un grupo de personas que como miles más
fueron víctimas de aquella violencia sin medida que desato el conflicto armado
un grupo de personas llamados por la población como Los Mártires de la UCA ordenados en la composición de la obra de
la siguiente forma de izquierda a derecha: Celina Ramos, Joaquín López y López,
Amando López, Ignacio Martin Baro, Ignacio Ellacuria, Juan Ramón Moreno,
Segundo Montes y Elba Ramos. Encabezados
por el máximo representante del pueblo Oscar Arnulfo Romero quien fue asesinado
un 24 de Marzo de 1980.
Es de vital importancia para la lectura de la obra la
ubicación y el contenido simbólico de lo que personifica la Imagen de Ms.
Romero el cual es representado por el autor como el líder espiritual en el que
se basa los ideales de esperanza, fe, sacrificio y amor por el pueblo.
Dentro de
toda la obra se pueden apreciar granos de maíz, que llevan internamente rostros de personas que han abonado a construir
parte de nuestra identidad y de nuestra historia siendo el más importante y
representativo por su ubicación y forma el de Rutilio Grande otra persona víctima de la violencia sociopolítica cuyo
asesinato marco para muchos un punto de inflexión para la lucha de la igualdad
para el mismo Monseñor Romero y otros sectores según la información que
sobrevive estos días.
Hemos viajado en este escrito por muchos años de historia y
como se había mencionado antes, no es tarea sencilla sintetizar el devenir
histórico de un pueblo sin embargo considero que con el uso indicado de los
símbolos el artista hace una digna representación de estos grande saltos en la
historia que han marcado a El Salvador hasta lograr en la última etapa de su
obra reinterpretar la imagen que
conmemora la firma de los acuerdos de paz interviniendo la escena con elementos
distintos que evocan a la religión la esperanza y la luz en los faroles que
guiara al pueblo a un futuro mejor para todos y todas.
Es de anotar aquí también que vista la obra desde una perspectiva
más amplia los elementos simbólicos en los extremos se conectan directamente en el centro donde radica el
tema principal que es el homenaje a los Mártires de La UCA el cual se llevó acabo el anterior 16 de
Noviembre dentro del recinto de la universidad como se ha hecho en años
anteriores, convirtiendo esta fecha como la más conveniente para la presentación
del mural Semillas de Liberación del artista Salvadoreño Renacho Melgar y las
personas que colaboraron en la creación de esta magna obra.
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